El teclado, ese gran desconocido

Tengo que reconocer que este es un tema que me puede, lo siento. Hay dos cosas que no soporto: que un ordenador me haga esperar a mi y que la persona que lo esté manejando nos haga esperar al ordenador y a mi.

Lo primero es una cuestión de recursos, y se arregla con relativa facilidad. Se pone más memoria, se desfragmenta el disco y normalmente el problema está resuelto.

El segundo ya es un tema más delicado, porque requiere cambios de hábitos a los que hay que enfrentarse con una cierta disciplina, y reconozco que puede resultar complicado.

Sin embargo, en no pocas ocasiones he podido ver como gente muy capaz que trabaja constantemente rodeada de ordenadores, pierde un tiempo valiosísimo simplemente por no conocer una de las herramientas que más horas pasa debajo de sus narices. Por no conocer las ventajas de utilizar el teclado con soltura. Continue reading “El teclado, ese gran desconocido”